miércoles, 25 de abril de 2007

Filmar en América Latina. ¿Misión Imposible?




La cinematografía actual atraviesa una situación de extrema radicalización de mercado; la torta se reparte desigualmente. De un lado, el cine norteamericano; del otro, el resto del mundo. ¿A qué se debe que el cine más taquillero del mundo sea el del Gran País del Norte? ¿Qué le queda al resto de los films?
De las 18 películas que se exhibían en un multicine a principios de febrero, 14 fueron producidas en los Estados Unidos; casi el 80 % de la oferta de cine es norteamericana. El otro 20% se divide en films argentinos, húngaros, alemanes y chilenos.
¿Por qué hay tantos films norteamericanos en cartel? Una primera respuesta podría ser “porque a la gente le gusta el cine americano”. A lo que se podría responder: ¿Cómo podría no gustarle, si éste ocupa el 80% de las salas?
En síntesis, ¿esta superabundancia de films norteamericanos se debe a que la gente los prefiere o a que la gente los elige debido a su superabundancia? ¿Quién vino antes: la demanda hiperfocalizada o el oligopolio? ¿El huevo o la gallina?

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